miércoles, 18 de enero de 2017

~ Swami Jyotirmayananda, Un Gurú Excepcional ~





~ Swami jyotirmayananda ~


Verdaderamente muy afortunados son todos aquellos quienes encuentran un Gurú que los guíe en su camino espiritual. Mas afortunados aún, si este es un elevado Sadgurú, vale decir, un altísimo maestro absolutamente impecable y de un conocimiento y sabiduría tal, que con amor, paciencia, y erudición, guía en  forma particular los caminos y destinos de sus devotos, dando a cada cual lo que es necesario para su entendimiento,  desarrollo, y progreso espiritual.

Y bueno, Swami, pertenece a esa alta y distinguida categoría. Es un maestro extraordinario, versado y experto conocedor como muy pocos de los antiguos clásicos textos sagrados de la India. Dotado de una sabiduría intuitiva, sensibilidad  y conocimiento práctico, en una forma que es  muy difícil de encontrar en el mundo por estos días.

Swami vino al mundo en Bihar India, hace ya largos 85 años, en un hogar bien constituido y muy piadoso, con un refinado y elevado entendimiento espiritual, y en el que la figura de Sri Rama era la deidad familiar. Como todo maestro de dicha estirpe, desde muy pequeño manifestó las cualidades y atributos divinos de una elevada alma que vino al mundo con el alto propósito de guiar y conducir a muchos seres, por el camino de la oscuridad hacia la Luz.

Producto de su anhelo espiritual, es que llegó muy joven al ashram de Swami Shivananda en Rishikesh. Uno de los santos mas altos y renombrados de la India del siglo pasado, quien lo inició en la antigua orden de los Sannyasis, y de quien se transformó en un devoto ejemplar y su asistente personal. Cumpliéndose así de paso, la antigua regla de la sucesión y la transmisión del conocimiento, entre el verdadero maestro y el verdadero discípulo.

Y aquí quisiera resaltar la figura de su formidable Gurú, Swami Shivananda. Quien fue uno de los principales propagadores y divulgadores de la filosofía del yoga y el sistema vedanta, en sus diferentes formas en el mundo occidental. Además fue un prolífico escritor de  innumerables libros sobre espiritualidad, religión, medicina, ética, moralidad, yoga, etc. Producto de su fervientes y esforzadas prácticas espirituales es que se fue transformando de un afamado doctor en medicina alopática a un gran médico del alma y del espíritu, y en una figura inconfundible y célebre en el mundo espiritual de la India  del siglo pasado. 

Cultivó importantes relaciones y encuentros con Seres tan extraordinarios como Sathya Sai Baba, Sri Ramana Maharshi y Sri Aurobindo.  También fueron muchos los santos, rishis y sabios legendarios que encontró en su peregrinaje, o que bien lo visitaron en su ashram ubicado en Rishikesh, a las orillas del sagrado río Ganges. Varios  aspirantes y buscadores llegaron a la meta final de la Realización del Ser bajo su atenta mirada, entre los que podemos mencionar a Swami Satchidananda, Swami Satyananada, y Swami Chinmayananda.

Y entonces, de tal palo tal astilla, y producto del encuentro y el amor incondicional entre tan colosal maestro y el esforzado y devoto aspirante,  emergió  y se cristalizó la figura consular de quien conocemos como Swami Jyotirmayananda, uno de los grandes maestros encarnados hoy en día en la tierra.

Y así es que podemos pensar que por un bendito designio Divino, al igual que en el caso de Paramahansa Yogananda, Swami a los 32 años de edad vino a Occidente a enseñar la filosofía vedanta, el yoga integral y las grandes verdades del mundo espiritual. Desde aquellos tiempos, incansablemente a estado impartiendo estas enseñanzas por mas de 40 años en su hermoso ashram en South Miami, a través de conferencias, charlas, retiros, y lecturas sobre Raja Yoga, Yoga Vasistha, Mahabharata, Ramayana y otros nobles y sagrados conocimientos de la filosofía india. 

Siempre acompañado de un refinado y gracioso sentido del humor, y respondiendo en forma iluminada, simple, y ejemplar a cualquier  pregunta de cualquier naturaleza, desde lo mas abstractos temas  a lo mas simple y cotidiano, y siempre agregando alguna importante enseñanza, anécdota o lección espiritual para todos quienes se encuentren presentes. 

Swami, pertenece a esa clase de maestros tan elevados, que son capaces de ocultar su verdadera estatura espiritual, tras el velo de la humildad, la sencillez y la modestia. Realmente resulta algo muy sorprendente e inusual, el poder tener acceso a un santo de tan elevado calibre en forma tan cálida, cercana  y personal, y sin tener que lidiar con las multitudes y toda la parafernalia que normalmente rodea a los Seres de tan sublime naturaleza.

8 Años atrás encontré a Swamiji, en el mismo momento en que encontré a mi esposa actual. Desde ese momento es que el amado maestro nos guía con el cariño afectuoso del maestro perfecto  y nos a colmado de elevadas bendiciones, dándonos la oportunidad de vivir una vida plena, significativa y pletórica de gracia divina.

Naturalmente que para el buscador espiritual es un asunto de máxima relevancia, el encontrar un Gurú competente, compasivo y con una gran comprensión de la naturaleza humana, y un excelso y elevado conocimiento y entendimiento de las sagradas escrituras. Lógicamente la gracia del Gurú, es proporcional y correspondiente al esfuerzo, el autocontrol y  la disciplina con que el aspirante lleva adelante su vida personal, ya que eso es finalmente lo que llevará al discípulo a la meta final de la Autorrealización. Ya sea en esta vida, la próxima o quizás en las siguientes, ello finalmente depende del esfuerzo de cada cual. 

El gran sabio Ramakrishna Paramahansa, mas de alguna vez dijo que si los seres humanos dedicaran mas de su tiempo  a sus prácticas espirituales, y menos a comer, beber y perder  y malgastar el tiempo en todo tipo de trivialidades y asuntos irrelevantes, en unos cuantos años lograrían la ansiada meta de todo buscador espiritual.

Swami es un faro de Luz Divina, y naturalmente cumple muchas funciones, responsabilidades y deberes metafísicos, que la Divinidad le encomienda a los Seres extraordinarios como él, y que van aún mucho mas allá del importante rol de Gurú que cumple ante sus amados devotos y discípulos.

Que las dulces bendiciones de Swami nos alcancen a todos, y a todos los reinos.


Con Amor, Devoción y Humildad.












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