~ Los Selk,nam ~
En la historia
de Chile muy poco o casi nada se enseña a los estudiantes de los
distintos sistemas educacionales acerca de los pueblos primigenios, entendiendo
por esto, las etnias o razas que vivieron en el territorio por siglos y siglos
antes de la llegada de los conquistadores españoles, y las que se encontraban
poblándolo y desarrollándose en diversas áreas de la costa, en los
oasis del desierto, en los valles transversales, en los llanos cordilleranos
y en los extremos australes del sur del mundo.
Cuan bueno y
estimulante sería para los niños y los jóvenes, el educarlos
adecuadamente en el conocimiento y el respeto hacia las diferentes formas
de vida que existieron en el continente, y hacerlos partícipes de la historia,
de modo que por fin podamos dejar de lado la forma peyorativa y
despectiva que desgraciadamente aún predomina colectivamente en parte de
la sociedad, respecto de lo que significa ser indígena.
Entre estos pueblos, uno muy
desconocido y enigmático, lo constituyen los Selk'man, uno de aquellos
antiguos pueblos asentados desde tiempos inmemoriales en la
isla de Tierra del Fuego, algo así como el confín del mundo. Esto se
debió en gran medida a las grandes distancias, y la absoluta dificultad
en la época para llegar a sectores tan lejanos y remotos, así como a las
rigurosas condiciones climáticas.
Anteriormente al encuentro con la
civilización de lo que era Chile en ese tiempo, su única relación previa con lo
que podríamos llamar el mundo moderno o " civilizado, " consistía en
unos cuantos encuentros e intercambios con
navegantes aventureros, piratas y cazadores de focas y
ballenas europeos que merodeaban e incursionaban de tanto
en tanto en la zona, y de quienes por cierto recibieron las primeras cortesías
del mundo nuevo, en la forma de balazos, cañonazos y otras
delicadezas, presagiando lo que habría de venir.
Por lo que se sabe, su organización
estaba basada en el sistema de clanes relacionados a través de linajes
familiares, eran nómades, con formas de vida y cultura ancestral muy
definida, y se movían libremente por el territorio de acuerdo
principalmente a la caza, y al ritmo de las estaciones. Hemos de
imaginar su fortaleza y vigor, al reflexionar sobre el medio hostil
a el que supieron adaptarse y prosperar. Su número aproximado, se
calcula en unos 4.000 personas antes del encuentro con el mundo occidental.
La verdadera desgracia de este
pueblo empezó a mediados de la segunda mitad del siglo diecinueve, ante el
grito de " oro " en la Patagonia, lo que atrajo a la zona
a muchas gentes de reputación dudosa, prófugos y aventureros
de baja calaña y gatillo fácil, entre los que se encontraba el
tristemente célebre Julius Propper, un rumano codicioso y perverso, que
convirtió el pasatiempo de matar indios, en algo así como una práctica de
tiro al blanco. Así se sucedieron muchas masacres y muertes violentas
producto de las carabinas e incluso por envenenamientos masivos, en varios
casos. Las enfermedades y el alcohol, también hicieron lo suyo haciendo
gran daño tanto al pueblo nativo, como a sus antiguas formas de vida.
El oro se agotó prontamente, pero el
mal y sus efectos ya se habían expandido y causado
devastadores estragos en la población indígena. Pero lo peor, estaba
aún por llegar, cuando el gobierno chileno en busca de la expansión y la
soberanía territorial, entregó grandes concesiones de tierras a ganaderos
que introdujeron la oveja en la zona, y con ello los cercos; situación que no
solo modificó sustancialmente sus costumbres y desplazamientos, sino que también
la flora y la fauna imperantes.
Los guanacos, fuente primordial en la
alimentación de los Selk'man, fueron cazados indiscriminadamente y las manadas supervivientes
fueron obligadas a migrar hacia el sur de la isla, fuera de
los límites de las grandes estancias ganaderas, las que se fueron
extendiendo muy rápidamente copando la mayoría del territorio de quienes
lo habían poblado por generaciones y generaciones.
Todo esto tuvo una doble consecuencia,
ya que quienes fueron mas al sur en demanda de la caza del guanaco, debieron
enfrentar a otras tribus que dominaban esos territorios produciéndose
nuevas guerras y conflictos interraciales de triste y desgraciado resultado.
Para quienes se quedaron el problema
fue mayor, ya que inocentemente empezaron a cazar las ovejas como
nueva fuente de alimento, lo que desencadenó la ira de los ganaderos, lo
que a su vez los llevó a la creación de partidas de rufianes, forajidos y
matones de baja monta, que asesinaron en en forma vil y sin ningún tipo de
escrúpulo o consideración a la población nativa, y que cobraban su
miserable paga a cambio de las orejas, y en muchos casos los testículos o
los senos de las víctimas. Realidad que suena muy cruel y terrible, pero
está ampliamente documentado que las cosas sucedieron en esta
forma............
Estas pandillas en modo alguno fueron
algo accidental, sino que correspondieron a una política muy específica y
sistemática, y que si bien fueron llevadas a cabo por personajes
malvados y perversos, estos fueron pagadas y organizados por los
terratenientes de la zona y con las autoridades regionales mirando para el lado
y haciendo la vista gorda. Mas tarde cuando se iniciaron procesos judiciales,
estos terminaron con unos pocos personajes secundarios con condenas
muy leves, y con los grandes responsables y autores intelectuales de tan
deleznables hechos, lejos de las manos de la justicia.
Hoy podemos encontrar en la zona museos
y monumentos recordatorios que hacen memoria de estas familias y su aporte
al progreso de la zona, pero muy poco se menciona el costo que esto tuvo para
quienes sufrieron todas las consecuencias sobre las que se construyó y edificó
ese supuesto progreso.
De los pocos sobrevivientes, algunos
fueron enviados la Isla Dawson o bien a otras misiones religiosas donde
producto de las enfermedades, la transculturación, los traumas y
otros males similares, en poco mas de 60 años terminó de
sucumbir esta cultura milenaria. En los últimos años, los niños y las mujeres
terminaron como personal de servicio en las casas de familias acomodadas,
y de los hombres solo era posible ver a unos cuantas
almas caminando por las calles con hambre, alcoholizados, con la mirada
perdida, el espíritu perturbado, y en la miseria mas absoluta.
Al final, si bien cada historia es
diferente y particular en si misma, el resultado es muy parecido al de
tantas y tantas historias de lo pueblos nativos de América y su encuentro con
la cultura occidental, en donde una y otra vez el genocidio, la muerte
por transmisión enfermedades, el despojamiento indebido de sus
tierras, la injusticia y las deportaciones, fueron la moneda de pago para
entrar al mundo civilizado...........
Ojalá, llegue algún día el ser humano a
comprender la importancia que tiene la vida de todos los seres, y que mientras
no tengamos respeto y tolerancia por las formas diferentes y
singulares en que la experiencia humana se manifiesta y evoluciona en
el planeta, es muy difícil que encontremos la armonía y
la Paz.
La Paz es un sentimiento interno y un
estado del Ser que debe ser necesariamente encontrado dentro del corazón de
cada cual, y mientras el ser humano no comprenda su importancia y la mantenga
alejada de si mismo, seguiremos eternamente viviendo de conflicto en conflicto
y de guerra en guerra. Baste para ello, darle una mirada al mundo
actual.........
La Paz colectiva solo se logrará cuando
muchos alcancen la Paz interna.
Afortunadamente
en los reinos divinos, nada se pierde ni se extingue para siempre, todo se
transforma y pasa a constituir una nueva realidad, y desde ese punto de vista,
la cultura, la sabiduría y la experiencia de este bello pueblo, sin
duda estará en el éter de los planos sutiles inspirando e iluminando
a otras culturas y otras formas de vida que evolucionan en la tierra.
Que la Paz pueda brillar en el corazón de
todos los seres.
Y ese relato se repite a lo largo de toda América, y por todo el mundo donde llegaban los europeos, con su sed de riqueza, aventura y poder.
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