miércoles, 12 de abril de 2017

~ Kali Yuga, la Edad del Miedo, la Oscuridad y la Ignorancia ~

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~ Kali Yuga ~
      ~ La Edad del Miedo, la Oscuridad y la Ignorancia ~

 Kali Yuga, es un término sánscrito que deriva de las antiguas escrituras de la India, el cual representa un ciclo de tiempo específico, aunque no necesariamente lineal. En general, las sagradas escrituras de la India son muy liberales en cuanto a la forma en que se refieren al tiempo, de ahí, que es mejor entenderlo sin darle demasiada importancia al tiempo cronológico. Además, es muy importante el comprender que al igual que en todas todas las escrituras sagradas, sus contenidos siempre se expresan en lenguaje alegórico o figurado.

En cualquier caso, es cierto que hay cierta coincidencia entre lo eruditos y los entendidos en la materia, en que su fecha de inicio es alrededor de 3.200 años antes de nuestra era. Época inmediatamente posterior al advenimiento en la tierra del Avatar Sri Krishna, acontecimiento que  se encuentra bellamente narrado en el poema épico El Mahabharata. En la concepción hindú, la evolución y la vida en el planeta transcurre periódicamente en ciclos circulares de tiempo llamados Yugas. Los que se suceden en períodos regulares, yendo desde Sathya Yuga, Treta Yuga, Dvapara Yuga y finalmente Kali Yuga.

En cualquier caso, este artículo solo pretende humildemente describir brevemente las condiciones imperantes durante el Kali Yuga, y las consecuencias que esto tiene para la humanidad en el tiempo presente. En en pensamiento occidental, podemos encontrar una cierta similitud con los tiempos del Apocalipsis, narrado en la parte final del Nuevo Testamento, en las escrituras cristianas. Las que se encuentran escritas en forma de profecías, las que describen metafóricamente la situación mundial imperante en los tiempos contemporáneos.

Desde el punto de vista moral, tanto como espiritual, el Kali Yuga, describe y se refiere al estado mental y evolutivo que envuelve a la humanidad en su gran mayoría, en los tiempos actuales. En el cual predominan la confusión, el caos, la violencia, el miedo, y por sobre todo, la ignorancia. Preponderantemente la ignorancia espiritual, fuente y origen de todos los males.  Situación generalizada que abarca todos los niveles y todas las situaciones sociales. Aún cuando todo esto siempre se da en diferentes grados y niveles, y desde luego siempre quienes mas sufren sus consecuencias, son las capas sociales mas desposeídas y con casi nula posibilidad de progresar y evolucionar.

Si observamos con neutralidad lo que conocemos acerca de la historia humana, en absoluto es una novedad, el que el mundo desde siempre a sido escenario de una lucha fenomenal e interminable entre las fuerzas de la Luz y las fuerzas de la oscuridad. Hoy en día, ese combate alcanza ribetes nunca antes vistos, y la oscuridad pareciera ganar terreno expandiendo sus tenebrosos y sombríos tentáculos en todas las direcciones. Hay muchas razones y muchos ángulos para comprender esto, pero quizás el mas importante tiene que ver con el olvido de la humanidad de su sagrado Origen Divino.

Dicho proceso se encuentra simbólicamente narrado en la parábola bíblica de Caín y Abel. Cuando el hombre decide separarse de su esencia divina y seguir tras los pasos y las experiencias propias del ego. El identificarse con lo que realmente no es, vale decir el ego, tuvo consecuencias tremendas y catastróficas para el género humano, y precisamente ahí podemos ver las raíces y las causas originales de todos los padecimientos de la humanidad. 

Ya que ahí es precisamente donde surgieron todas las tendencias o cualidades negativas, tales como el egoísmo, la vanidad, el narcisismo, la hipocresía, la avaricia, la codicia, la mentira, la ira, la corrupción, y todos los atributos que son los ropajes propios con que se reviste la oscuridad. Y que naturalmente son un camino que indefectiblemente conduce hacia la ruina, la desolación y finalmente, la destrucción.

Entre sus múltiples consecuencias podemos mencionar el estado de semi inconsciencia en que vive sumida parte importante del género humano, viviendo en la ilusión y persiguiendo incansablemente los amargos frutos del mundo de los deseos. Nuevamente podemos ver representado esto en la historia bíblica de Adan y Eva, frente al árbol del bien y el mal, también llamado el árbol de los deseos. Dicha identificación a causado al hombre grandes perjuicios y trastornos, entre los que cabe mencionar, debido a su gran importancia, la absoluta falta de control del mundo de los sentidos. 

Esto lo podemos ver entre otros factores, en la forma irracional en que se alimenta la población, en los hábitos perniciosos y faltos de moderación, en el pésimo manejo del libre albedrío, en la falta de fe y confianza en si mismo, y en las permanentes conductas erróneas. Todo esto,  finalmente conduce al hombre debido los efectos de la ley del Karma, a sufrir las consecuencias de todos los excesos que inexorablemente le llevan al padecimiento de las enfermedades, el debilitamiento,  la depresión y la sensación de vacío interior.

La falta de conexión con su Ser interno, a llevado al hombre moderno a una una degradación tal, que prácticamente se  a transformado en una pobre criatura llena de temores, dudas y miedos, viviendo la vida en forma mecánica, aburrida, triste y ausente de esperanza. La mentira y la falsedad son algo común y habitual, la corrupción es como una miasma que todo lo envuelve, y  el optimismo y el entusiasmo brillan por su ausencia.

Esto es muy importante de comprender, ya que por analogía la situación mundial es una amplificación global de todas estas incorrecciones. Y por desgracia, el mundo globalizado hoy es gobernado y liderado por una trama de personajes oscuros, arrogantes y egocéntricos, en contubernio con los poderes fácticos y económicos como nunca antes en la historia de la humanidad. Donde una parte exigua de la población [ 1% ], tiene el control y el poder total, y en gran medida determina el destino y la suerte del resto.

Las guerras, la devastación del planeta, el hambre, la pobreza, la corrupción, la falta de oportunidades y en general, todas las calamidades y catástrofes que azotan a la tierra, naturalmente que tienen solución. Desgraciadamente esa pequeña parte que tiene todo el control, también vive sumida en el miedo, el pánico, el apego y el terror a la pérdida. Por lo que se aferran desesperadamente a mantener sus posiciones sin importar la forma ni los procedimientos que utilizan para lograr sus propósitos, y no pueden ver que en su miopía, egoísmo y falta de moralidad, también están las raíces y las causas de su caída y su inminente perdición. 

Si miramos a las clases dirigentes, tales como gobernantes, ministros, autoridades políticas, administrativas, educacionales, religiosas, empresariales, etc, veremos en general, que  salvo honrosas excepciones,  dichas tendencias e inclinaciones negativas se encuentran presentes en   todas sus formas,  en diferentes combinaciones y proporciones. Y si seguimos así, sucesivamente podemos llegar hasta la organización social mas pequeña, que es la familia, y veremos que las situación tampoco es muy diferente. Y mas aún, si miramos con honestidad nuestras propias vidas, podremos observar con seguridad que muchas de dichas tendencias y propensiones, las cuales vemos con tanta claridad en el mundo exterior, también nos alcanzan a nosotros mismos, y naturalmente oscurecen y perturban nuestras existencias.

Entonces, eso es Kali Yuga, un ciclo de tiempo en la historia del hombre en que la ignorancia, la inconsciencia, el materialismo, el temor atávico, y todo tipo de conductas violentas, irracionales y crueles envuelven en un velo de oscuridad a la Consciencia Divina. La que subyace en la esencia de todo Ser. 

Simbólicamente es como si la humanidad se hubiera quedado ciega. Y en un mundo de ciegos, los que guían el destinos del resto, son como ciegos guiando a otros ciegos. Y entonces ahí se genera el caldo de cultivo para las conductas terroristas, la violencia irracional, las guerras eternas, las bombas  y todos los desastres que vemos a diario en los medios de comunicación.

Mientras el hombre permanezca desconectado de su corazón, su espíritu y su alma, y  no se reconozca así mismo como quien realmente es, la situación actual es muy difícil que cambie. Sin un cambio absoluto del paradigma racional y materialista, el despertar espiritual y el cambio de consciencia parece una quimera muy difícil de lograr.

Según han manifestado múltiples veces y en diversas formas muchos maestros iluminados, el momento mas oscuro de la noche, ocurre justo antes del amanecer. Y desde el punto de vista espiritual avanzado, ese es el momento que vive la humanidad en la actualidad. Un mundo mejor solo es posible cuando los que van mas adelante van despertando, y en ese despertar van inspirando, alentando y guiando el camino de quienes vienes mas atrás. 

Finalmente somos todos uno, pertenecemos a la misma gran familia de la humanidad, y provenimos del mismo origen. Cuando comprendemos esto, se abre el corazón, y se despierta el sentimiento de la compasión. Y entonces, ya podemos ver en el horizonte a Sathya Yuga, la edad del Amor, la Unidad y la Verdad, lo que comúnmente se conoce como la Nueva Era o la Edad Dorada. Dichos tiempos,  por lo demás, han sido ampliamente vaticinados en diferentes formas por las distintas tradiciones, escuelas místicas, fábulas, mitos y leyendas del mundo antiguo.

No es Dios quien se a olvidado del mundo, sino mas bien, es el mundo quien se a olvidado de Dios. Quienquiera que lo busque o lo invoque en la forma correcta en cualquiera de sus nombres y formas, siempre será respondido. Por lo tanto, si damos un paso hacia Dios con Amor y Reverencia, el dará diez pasos en nuestra dirección.


~ Que la Paz, el Amor y la Conciencia Crística brillen en el corazón de la humanidad. ~
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                                                            Jorge Herreros M.









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